Villa Tenacitas, dígame

Cada vez estoy más segura de que a lo largo de la vida, el destino nos pone pruebas en el camino cada vez más duras de superar. 

Como si jugaras el videojuego de tu vida, para pasar el "nivel preescolar", la vida te envía a un niño mocoso que sientan a tu lado en el pupitre de la guardería y que te pringa la plastilina de babas y te pega tirones de la coleta alterando tu equilibrio zen, así comienza el aprendizaje de la respiración antiestrés: 1, 2 y 3 yo me calmaré, 4, 5 y 6 todos lo veréis... 

Más adelante toca sortear otra dura prueba, la vieja que colocan estratégicamente en los pasos de peatones durante tu examen de conducir y que se lanza sobre él con precisión milimétrica al paso de tu vehículo, haciendo que tu ritmo cardíaco se acelere y despertando a la bestia que llevas dentro. 

Y así sucesivamente, la vida no deja de poner a prueba tu equilibrio mental un día sí y otro también. Peeeeeero, llega la maternidad, oooh! divina etapa en la que todo parece idílico, estáis solos en el mundo tu churumbel y tú, como en una burbuja, nada puede quebrar vuestra paz, ¿verdad? 

¡JA!, ¿Creías que el juego de la vida estaba en "pause"? ¡¡Pues no!! 
Te toca pasar otro nivel, ahora la vida pone en tu camino a las teleoperadoras de Jazztell, Orange, Telefónica y sucedáneos que llaman siempre a la hora en la que tu vástago duerme, ¡¡¡¡¡siempreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee igual!!!!!

Nunca suena el teléfono a las 10, ni a las 11 de la mañana, no! suena a las 3 de la tarde o a las 10 de la nocheeeee! Y suena un día, las mandas a freír monas y vuelve a sonar al día siguiente otra vez!!!! 
A mí  no me vale eso de que "llaman desde países de sudamérica y tiene otro horario" ¿y qué????? ¿No saben sumar 6-7 horas???? 
No es eso, no es que llamen de empresas situadas en otro continente, es que tienen un radar que detecta dónde hay una madre feliz y tienen la misión de fastidiar su paz interior y desalinear sus chacras, en el videojuego de su vida, eso les debe dar puntos extra...

He probado de todo: poner voz de niña, hacer el pajarito (pío, pío) hasta que se han cansado y me han colgado, descolgar y quedarme en silencio, cagarme en tó lo cagable,... En fin, que según  el día afronto las cosas de un humor o de otro pero parece que todavía no he terminado de pasarme el nivel porque siguen llamándome y poniéndome a prueba los muy S#fK&*w#!!!

Estoy ideando un plan para conseguir que no me llamen más pero de momento voy a aprender de maestros como este señor aragonés que tiene una gracia... Olé! Así se despacha una llamada, ¡sí señor!