Trastos de bebé II

Como lo prometido es deuda, aquí estoy para hacer recuento de trastos de bebé, en este caso para mí, inútiles totales. 
Hay cosas que como madre primeriza preocupada por esa vida que crecía en mis entrañas compré creyendo que eran imprescindibles y que si no la compraba los servicios sociales vendrían a llevarse a mi cachorra por tenerla "dejá de la mano de Dios", y otros que directamente no compré y a día de hoy me alegro enormemente.

Empezamos con la cacharrería:

• Esterilizador: Este tenía que ponerlo en primer lugar porque es una de las cosas que más me duele haber comprado. Tenacitas toma teta, luego no tengo que esterilizar biberones, no quiere chupetes, como no congelo leche no necesito esterilizar tarros de cristal, ¿¿¿¿pa' qué leches quiero yo el armatoste este encima de la encimera de la cocina???? Pa' ná! Lo he utilizado dos veces, una para probarlo y otra para esterilizar un mordedor cuando la niña tenía ya 6 meses, que estaba harta de chupar suelo y voy yo tan fisna y le esterilizo el mordedor, no vaya a ser que lleve bacterias. En fin, si al final hay que esterilizar algo venden unas pastillitas que se echan en agua y si no, con agua hirviendo de toda la vida de Dios pero claro, eso la dependienta del "Babies r us" no te lo dice (¡¡Grrrrrrrrr!!)

• Biberones: Me regalaron dos y ahí están, nuevos a estrenar. Tenacitas toma teta y el agua la bebe en vaso desde los cuatro meses, nunca le ha gustado el biberón. Si no toma teta está claro que son necesarios aunque igual está bien tener alguno para cuando te incorporas al trabajo y otra persona tiene que darle tu leche al cachorro, pero como todo, no hace falta comprarlo cuando estás de 12 semanas, ya se verá si hace falta o no.

• Minicuna: Yo no tuve. No le veo el "fuste", como dicen en mi pueblo y menos mal que no me la compré porque Tenacitas ha dormido más horas en nuestra cama que el matrimonio Tenazas. Así que si hubiera tenido una minicuna de esas que te duran hasta que el bebé tiene tres meses y te cuestan un pastizal porque son remonas de la muerte me acuesto yo en ella con tal de aprovechar la inversión. Si tu bebé duerme en cuna perfecto, también puede ser en una cuna grande que no se te va a perder, por la mañana seguirá ahí.

• Termómetro para el agua del baño: Tengo dos y los he utilizado una vez y para ver si funcionaban. Una madre coraje posee el medidor de temperatura más preciso jamás inventado: su codo.

• Cojín antivuelco: Sirven para que el recién nacido no empiece a rodar en la cuna y mantenga su posición boca arriba o de lado, evita que se puedan poner boca abajo y ahogarse. Los precios oscilan entre los 20 y 30 euros, aunque por 0 euretes te agencias una toalla molona, la enrollas y ya tienes freno para el pichón. Yo soy pro-toalla, no tuve cojín.

• Deshumidificador: Aquí soy pro-vaso de agua. Un par de vasos de agua encima de un radiador o repartidos por la habitación hacen el mismo efecto.

• Robot de cocina para purés infantiles (Babycook): Para mí esto es el sumum de la finura y la exquisitez. No lo tengo, soy pro-olla. Es que no le veo la complicación a poner a cocer dos judías verdes y una patata como para que me lo tenga que hacer una máquina, que te lo regalan, pues estupendo pero ir a comprarlo así como artículo del cual depende tu vida y la de tu descendencia, pues... no. Tenacitas encima me ha salido "Babyledwinera" así que de haberlo tenido, hubiera ido al trastero junto a la yogurtera de la boda de los abuelos Tenazas.

Voy a dejarlo aquí por hoy porque la lista de cosas de poca o ninguna utilidad en el mundo churumberil puede ser infinita, o ¿será que soy muy hippie?

Un último consejo, amiga embarazada, cuando entres a una tienda de artículos de puericultura luciendo tu flamante bombo y veas aproximarse hacia ti a una simpática dependienta con una inocente sonrisa de oreja a oreja, desconfía, van a por ti.