ATENCIÓN: Si ha llegado hasta aquí y es usted una persona maniática del orden y la limpieza, absténgase de seguir leyendo, las imágenes que pueden representarse en su cabeza después de la descripciones que voy a hacer de nuestras comidas en familia pueden herir gravemente su sensibilidad.
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¿Sigues leyendo? Te va la marcha, ¿eh?
Os cuento, Tenacitas tomó lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y a partir de ahí empezamos a introducir la alimentación complementaria (complementa a la teta, no sustituye, la leche materna sigue siendo el alimento principal), yo no sabía muy bien cómo hacerlo pero quería que Tenacitas viera desde el principio el momento de comer como una actividad en familia, que disfrutase, no quería llantos en la mesa (ni de ella ni míos) y quería que aprendiese a comer de todo.
Yo intentaba ponerme en su lugar y no me gustaría que día tras día a las 12:30 o la 1 del mediodía (que es la hora del aperitivo, no de comer) me dieran una pasta más o menos líquida que a veces sabe de una forma y otras de otra, unas veces me gusta más y otras menos, al principio, como no sé tragar me meten una "palá" de mejunge y me encasquetan el chupete pa' que trague (ahí con Tenacitas lo hubiera tenido chungo porque para ella los chupetes son los padres -la madre-), si un día no quiero y lloro aprovechan el llanto para meterme mejunge, no me dejan coger la cuchara porque dicen que me mancho, que no sé y entonces para que tenga las manos ocupadas me dan juguetes y así (hago que) no me entero de que me siguen metiendo cucharadas de ese plato. Después mis padres se sientan a la mesa y los veo utilizando cubiertos, comiendo un poquito de pan, un poquito de queso, una cucharada de sopa, pero debe ser que yo todavía no tengo derecho a eso, los primeros días muestro interés por ver qué hacen mis padres en la mesa, después al ver que no me hacen mucho caso o que incluso me duermen para poder estar ellos tranquilos en la mesa, voy perdiendo el interés y me centro en otras cosas.
¿Lo veis así? Habrá quien piense que me he pasado, que soy una exagerada y es que yo con esto de la maternidad me he vuelto una jipiguanchi. Por supuesto no es mala madre aquella que le da a su hijo purés y papillas, ¡faltaría más!, yo me crié así y mi madre es la repera porque desde el momento en que una hace lo que cree mejor para su hijo y para su salud, ya lo está protegiendo y ya es una madre perfecta. Entiendo perfectamente los miedos a atragantamientos porque yo también los
Haciendo este ejercicio de empatía fue como empecé a leer e informarme sobre el "Baby led weaning" que traducido es algo así como "destete dirigido por el bebé", para los americanos el destete comienza cuando el bebé prueba alimentos distintos a la leche materna pero es un proceso que puede llevar meses e incluso años (esperemos ;-p). No consiste sólo en enseñar al bebé a comer sólidos sin triturar, es un aprendizaje mucho más amplio, es una manera de compartir momentos en familia desde el principio y responder a las necesidades del niño. En el blog de Eloísa, Una maternidad diferente, encontraréis información detallada sobre el método y hasta una sección de consultas (esta chica se lo curra), os dejo un enlace a una de sus entradas sobre el tema donde podéis ver en qué consiste el BLW.
Yo leí, me informé y al final realmente no sigo ningún método pautado si no que me guío por el sentido común y la naturalidad.
Por ejemplo, uno de los primeros alimentos que se introducen son los cereales pues bien, yo el tema de los papillujos esos de cereales de la farmacia de "8 cereales con miel" (8 cereales???? si a mí me sacas del trigo, el arroz y el maíz y no me sé más, ¿¿me los voy a comer??) no me gustó mucho la idea de darle a mi pichoncilla pienso de pollos así que pensé en lo más lógico y lo más natural, ¿qué cereales comemos en casa? Pan, pasta, galletas, arroz,... pues eso, esos cereales va a comer Tenacitas ni cebada, ni centeno, ni sorgo (?).
Además, se pone una a leer la caja de la papilla en cuestión y ves que contienen aromas 'avainillados' y azúcares y te vas al cajón, sacas el papel que el pediatra te ha dado con el calendario de introducción de alimentos (que es una soberana chufa porque resulta que en Lleida las legumbres se dan con 8 meses y en Sevilla con 11, un pediatra rubio te recomienda el pescado a los 8 y uno moreno a los 10, total, que como aquí cada uno hace lo que le sale de la pera, yo también) y buscas a qué edad se introduce el "aroma avainillado" y resulta que a los 6 meses no, a los 7 tampoco, a los ocho nada,(seguramente porque guarrerías no se recomienda comer nunca, ni con 30)... y yo pensé ¿¿¿¿qué hago entonces??????? Pues muy fácil, no darle porquerías y menos con aromas avainillados no vaya a ser que la niña se vicie al saborcillo dulzón de los polvos esos y el señor Nutri de apellido Bén se haga rico a nuestra costa.
Así que Tenacitas el primer cereal que probó fue el arroz (cereal sin gluten) le iba dando yo cucharaditas de arroz hervido, más adelante un trocito de corteza de pan, la sentaba encima de mis piernas mientras cenaba y así le fui dando a probar maíz de mi ensalada (que también es dulce y seguramente tampoco viene en el papel del pediatra y llevará sal, azúcares y no sé qué más pero vamos, lo mismo que las papillas que llevan de tó y nadie se queja), galletas María, (venden unas que dicen que se deshacen en la boca pero yo las veo aún más peligrosas que un trozo de galleta normal porque a los bebés se les pega en el paladar y pasan apuros, comprobado en carnes de Tenacitas), spaguettis (sin huevo), y ahora con 9 meses ya come hasta paella con su pollo, sus verduritas,... vamos, comida normal.
Así ella disfruta comiendo, cuando salimos come prácticamente lo mismo que comemos nosotros, ya comenté en un post que el matrimonio Tenazas somos muy de bares y sería un martirio tener que ir siempre cargando con el tupper o con el potito :-S (algún día escribiré lo que pienso de los potitos y las marcas de alimentación infantil me declararán persona non grata). Comemos todos a la misma hora, compartimos mesa y comida, sin llantos, riendo, jugando y cada uno haciendo uso de su plato, los cubiertos ya son otra cosa...
Nosotros le ponemos toda la comida a su alcance y ella va cogiendo lo que le apetece y come hasta que quiere, nunca la forzamos, dejamos que se manche (hay veces que tiene más verdura en el pelo que en el plato), que coja su plato, que pruebe de nuestra comida si es algo nuevo o que "no tiene edad" para comer, aunque lo único en lo que somos estrictos y no le damos a probar son los frutos secos y el marisco por el potencial alergénico y por el riesgo de atragantamiento (que kamikazes tampoco somos), hay veces que come en su plato y hay veces que lo vuelca todo en la mesa o en su trona y va cogiendo cachitos.
Os podéis imaginar como queda la cocina y el sector en el que ella come ¿no? ¿¿Y cómo queda ella?? ¡Ayyyyy! Esa imagen no es apta para sensibles y maniáticos del orden y la limpieza ...
... ¡¡¡pero a mí me encanta!!!
En definitiva, hacemos caso al sentido común e intentamos complicarnos lo menos posible, ¿para qué enseñar a un bebé a tragar triturados si en el plazo máximo de 6 meses o un año va a tener que "desaprender" esa forma de comer y va a tener que aprender de nuevo a comer, esta vez sólidos? Considero que es un paso innecesario y que conlleva muchas veces más inconvenientes que ventajas, al fin y al cabo, como dice el pediatra Carlos González (sí, los hay con sentido común y dos dedos de frente), no deja de suponer otro "destete" esta vez de los triturados y ¿para qué hacer pasar al bebé dos veces por lo mismo?
Aprovecho y os recomiendo uno de los libros más leídos de Carlos González: "Mi niño no me come", ¡¡es para tenerlo como manual!!
Y como ya habréis notado que soy fan de este hombre, os dejo un vídeo en el que habla sobre el tema de la introducción de la alimentación complementaria "libre de papillas", explicado de forma directa, cotidiana y con toda naturalidad.
Ya sabes que me encanta!!!
ResponderEliminarSomos marchosas ;-p
EliminarJejeje, yo a Juanito lo alimenté con potitos. Es muy cómodo, pero es importante no abusar, porque llegó un momento en que los aborreció y, como no había aprendido a masticar bien ni estaba acostumbrado a la comida normal, pasamos una época muy muy mala. Por eso con la niña estoy probando el baby-led, porque quiero evitar que nos pase igual. Eso sí, con el baby-led comen menos cantidad de comida, así que mi opinión es que viene bien una lactancia abundante y paciencia...
ResponderEliminarBesos!
Claro, comen menos que con un triturado pero yo creo que si no come más será porque su cuerpecillo no necesita más, que es pequeño pero sabio aunque también creo como tú que la lactancia tiene que seguir siendo lo principal. Poco a poco van comiendo más y llegará un día en que nos saqueen la nevera!! Aaaaaarrrrrrgggg!!
ResponderEliminarhola! yo soy fan absoluta de eso de ir tirándole comida en la trona e ir recogiéndola luego del suelo! Y mi Rani debe es fan absoluta de la comida-no-potingue porque cocino de puta pena y así puede comer trozos crudos de frutas y verduras! Tendrías que verla comiendo tomate!!!
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